lunes, 24 de septiembre de 2012

Lobotomía inversa

Abandoné el blog cuál madre primeriza e irresponsable, huyendo de sus obligaciones de vida. Para ser totalmente sincera, no sabía que decir o...tal vez, tenía miedo, el miedo de se siente al abrirte el pecho y mostrar tus sentimientos. Aunque, algunos se preguntarán, ¿Tu no amas hacer eso? Pues me volví una persona muy retraída y aprendí a ocultar mis sentimientos e incluso, me perdí en ellos y comencé a tener serios problemas para identificar que era lo que realmente quería.

Como fruto de una limpieza de mayúsculas proporciones en mi casa, mi mamá me hizo elegir que libros dejar y que libros despachar y confinar al olvido. Algunos, por desgracia serían olvidados en mi memoria, cuál canciones poco importantes que pasaron por mi vida alguna vez. Inesperadamente, en mi distracción, se asomó un libro pequeño de tapa negra que llevaba por nombre: "Locos, malos y virtuosos". Como oda personal a mi distracción no le hice el mínimo caso y seguí eligiendo libros. Me permití dejar uno de Truman Capote y algunos de García Márquez, así como Sábato, que estaba intacto. Mi mamá levantó su mano en un intento de extraer de mi vista todo vestigio de los libros que no habían tenido la suerte de ser elegidos; cual muñecos en Toy Story 4. 

De pronto, después de una pelea contra mi pequeño déficit de atención se abrió ante mi aquel pasado colegial tan memorable...disfrazado del rostro de aquel libro, al que había dejado pasar. Rápidamente atiné a cogerlo y observarlo; un enorme flashback de momentos de cuarto de secundaria aparecieron ante mí con la rapidez de un tren bala japonés: algo había cambiado o más bien, regresado.

Aún recuerdo la primera vez en la que me dejaron hacer un cuento libre. Desde ese día hasta hoy, no dejé de escribir el cuento. Escribí sin parar en servilletas, diarios, para personas, en blogs, con lágrimas, con sonrisas, con miradas, con mi voz...escribí en el extranjero, en el interior, escribí en mi corazón y con mis pupilas dilatas, con un grito y también cuando me rendí. 

Todas esas inspiraciones tienen un empuje y la persona que me empujó a dar el gran salto fue M. A. Aún recuerdo el día en el que me presenté a aquella casa en Miraflores, en fachas extremas y un poco despreocupada (como quién no quiere la cosa). Llegué a hablar con él en busca de trabajo y olvidé estúpidamente que aquel periodista había sido alguna vez mi inspiración colegial, la luz que logró que pudiera darme cuenta que quería ser lo que intento ser hoy. Olvidé su rostro, su escribir, lo olvidé todo y más idiota-mente terminé rechazando una oportunidad de experiencias en su revista por otra oportunidad que ya había aceptado.

No sé si arrepentimiento sea el nombre que debo darle a este sentimiento, pero hoy, hoy se que la vida te muestra siempre caminos a los debes dirigirte y aunque las señales del pasado te muestren las piedras cuál sendero de "El Mago de Oz", eliges otras cosas equis y terminas virando hacia la incertidumbre. Hoy es que comienzo a mirar realmente hacia la puerta que quiero que se abra, hoy es que comienzo a darme cuenta de mi capacidad.

Hoy crezco y se que quizás no de tamaño, de actitud y etecé, hoy crecí...realmente.

Regresaré pronto amigos
Caro con un poco de aquí y un poco de Hache.



domingo, 15 de julio de 2012

Con el twist de mi colegio



Desde que tengo memoria hay noches en las que me pongo en blanco y negro. De la nada siento el twist, el jazz, el blues, el soul y el rock and roll de antaño y mis pies y mi cuerpo se mueven al son de algo que no es reggaeton. A veces, creo que la mayor parte del tiempo creo que en mi otra vida fui corista de Ray Charles o alguna loca gritona en alguna presentación de los beatles como en las películas que veía cuando tenía doce años.

Crecía escuchando a los beatles decirme: Oh darling! please believe me o gritarme que baile el twist. Crecí con los discos de Frank que ponía mi abuela mientras coreaba New York, New York a viva voz. Crecí con Ella, Billie, Etta, con todas ellas en un rincón del corazón y un buen día decidí que no podía pasarme la vida sin tener ese rincón abierto y salió a manifestarse. Hay algo en esa música que no me deja en paz, quizás es el deseo de que todo sea diferente, de que vuelvan las épocas en las que se creía estúpidamente que los movimientos sensuales de Elvis eran provocadores e impúdicos y que el rock era profano y el que lo escuchara era el anticristo (como en una película de Kiss que vi en enero).

Decidí poner Come on Lets go de fondo musical para este post inspirador porque eran de las primeras que mi mamá ponía en el carro. Me recuerda a muchos paseos sin final hasta el fin del mundo, me recuerdo a la vida sin problemas que alguna vez me jacté de tener. Quiero que alguna vez alguien me saque a bailar el twist al estilo Grease y me de vueltas de campana con el sonido del viento entre mis orejas. Sin escuchar: "Si no le contesto se desespera" o derivados. Quiero ser una anciana que recuerde sus años mozos bajo el fondo musical de My Girl. Quiero volver a creer que la vida tiene dos colores aunque nunca lo viví así. 

Amo la hora del Lonchesito, Radio Mágica y cuanta radio equis se atreviese por mi camino. Es obvio que amo mil géneros musicales más, podría bailar hasta cumbia o saya o cualquier cosa que sienta que es música que entre por mis oídos. A todos los que no se han tomado el tiempo de escuchar: sientense y dejense llevar. Sin ánimos de sonar cursi esta música puede ser tranquilamente el soundtrack de mi vida, aunque suene emo y demasiado feeling al borde del lanzarme de un precipicio hay algo feliz en ella. Siento que recordaré más momentos de mi vida hayan sido muy felices o totalmente fatales si de fondo tengo alguna de esta canciones. 

Este es mi top top:

1. Glenn Miller- In the mood
2. Frank Sinatra- You make me feel so young
3. Lenny Welch- Since i feel for you
4. Louis Amstroung ft Ella- Cant We be friends
5. Frank Sinatra- The way you look tonight
6. Etta James- I just want to make love to you
7. Nat King Cole- There will never be another you
8. The isley brothers- Shout!
9. Electric Light Orchestra- Rock and roll is king
10. Billie Holiday- Ill be seing you

Y la yapa en español al rey José José (ha pedido del público): Me vas a echar de menos
(Hay cinco mil, pero bueno, eso es todo amigos)

lunes, 9 de julio de 2012

¿Y qué?



Cuando tenía doce años y estaba en la casa de mi prima aburrida decidí ponerme a leer un libro. Caminé hasta el estante y lo único que encontré fue "No se lo digas a nadie". Por esa época había puesto a prueba mi buen instinto de elección de libros y lo que hacia para saber si me iba a interesar por el contenido era abrirlo en cualquier página y elegir alguna frase o párrafo memorable. Para mi desgraciada pre-adolescente abrí el libro en una página llena de contenido homosexual (con lo bellamente explícito que es Bayly). Yo no era homofóbica ni nada pero la forma en la que se contaba toda la experiencia me chocó. Lo mismo me pasó por secreto en la montaña por lo duros que eran entre ellos a pesar del amor que se tenían.

Pasaron los años y finalmente, por destino, entré sin saberlo a ver una película gay al cine pacífico: Contracorriente. Me pareció increíble de lo que podía ser capaz un amor. Las escenas eran de los más dulces y bien cuidadas y no dejan a las personas con tendencias homosexuales como unos maniáticos depravados con más posibilidades de contraer sida. Y pensé: "Eso es amor señores". Desde antes de eso mi mente se había abierto (muchos años antes) a aceptar a toda persona que optara por hacer lo que se le diera la gana con su vida y, yo sabía que esto no era presisamente una elección como que te levantas y dices: oh, hoy quiero querer a alguien de mi mismo sexo. 

Establecí una especie de alegoría con este tema: Yo soy zurda y a los zurdos en el pasado los trataban de raros y "fallados", se les amarraba la mano y se les obligaba contra su voluntad a escribir con la derecha...pero, ¿hacían algo de malo? ¿Yo tendría potencial para matar a alguien? Bueno...si, pero ese es otro tema. (Ok, ya los asusté). El punto es que al igual que alguna época en la que la gente tenía la mente de la cavernas, ahora se está viviendo una época lamentable en la que se filtran comentario equis y estúpidos con respecto a personas que no les perjudican la vida de ninguna manera.


Pasan los años y es lamentable ver cosas como esta:

Eminem lanzó en 2000 su álbum Marshall Mathers LP con varios temas con letras consideradas homofóbicas. El material fue premiado en los Grammy 2001 como El Mejor Disco del Año, provocando un boicot de la Alianza Gay y Lésbica.

O esta:

Mel Gibson dijo sobre la homosexualidad en una entrevista: “Que les den por el culo”. El actor se levantó del asiento –entre risas- y se señaló el trasero. La estrella de El Patriota tuvo que pedir disculpas más tarde por aquel comentario.

O la más reciente:

En Twitter se ha creado el hashtag: #MissHomofobia luego de que la reina de belleza y ex modelo de “Bienvenida la tarde” señalara lo siguiente a un medio local: “Siento que aquello (tener un hijo homosexual) no me pasaría porque esas cosas se dan cuando falta el padre, cuando se sufre una violación, cuando esa persona vive solo con la madre y las hermanas, y allí empieza el amaneramiento”. 

Me motivó escribir un post así el hecho de que ayer mientras iba a hacerme un tatuaje a Miraflores pasé con mi mamá y mi hermana por atrás Media Naranja. Para esto, mi mamá y mi hermana iban de la mano (mi hermana tiene doce pero parece mayor). Un inadaptado social nos tiró agua con una pistola para niño de tres años y les dijo:  "Que rico lesbianas, me encanta con lengua". Yo les digo ¿Que clase de actitud cobarde es esta? ¿Que afán de fastidiar a gente que lo les está haciendo nada?

Fuera del hecho de que la "Miss" Cindy haya dicho que se tergiversaron sus comentarios y toda la cosa, no podemos negar que, poniendo el caso de que sea cierto, sería el comentario más #comprenmeuncerebro del año. No quiero hablar de Cindy como persona, no por sus cualidades físicas o sobre su personalidad o sobre su inteligente. Vamos a separar a ella y tomar solo el comentario ¿les parece algo inteligente? Es obvio que yo amaría tener un hijo heterosexual que se case con el amor de su vida: una bonita mujer, inteligente e idealista, responsable y buena que lo haga feliz, pero si al final no es así y llega a mi casa con un hombre no habría problema, sería igual de feliz viéndolo feliz, no es algo que se pueda evitar ciertamente.

Puse a mi querido Freddy porque el representa a todos aquellos que se quedaron sin voz para hacer valer sus derechos. Creo que si una persona no tolera a los homosexuales por lo menos debería aceptarlos o como soy como Justin Bieber "Ni me va, ni me viene". No hay cosa que me moleste más del Perú que sus prejuicios.  Por el lado del racismo, que según yo se clasifica en dos (solo acá, eso creo): 1. Inverso: Cuando las personas que se sienten raseadas discriminan o tienen un alto prejuicio por personas de clase alta porque piensan que todos son "malos","egocéntricos", etc y el común (por común no quiero decir bueno) que todos conocemos, que es cuando se discrimina la gente por color de piel y condición. Por lado de "ay que me dirán los demás si...", ¿se han dado cuenta que uno no se puede pintar el pelo de verde porque te miran con cara de que estás loca? o, si quieres salir a la calle vestida de muñeca todos se van a poner a mirarte. Creo que un factor determinanente en el desarrollo de un país de quitarse los prejuicios que cargan porque a la larga la balanza no va a poder pasar tantos problemas. Seamos como somos, aceptemonos. No quiero solo dar un mensaje de aliento y esperanza cursi como en cualquier comercial que al final es pura posería con fines de lucro, en realidad, si me gustaría que esto cambiara. 

"Agarranse de las manos" como dice esa canción tan chistosa del Puma y bailemos un rato, olvidémonos de todas las vainas y seamos felices. Volvámonos locos y no volteemos a ver que hace el otro porque como dice un mito antiguo: puede que nos volvamos piedra y...¿no queremos eso no?

sábado, 7 de julio de 2012

Las dos torres




Estaba esperando la treinta y cinco en la av. Ayacucho con una amiga que estaba apunto de lanzarme un yunque en la cabeza por el tiempo que íbamos esperando y el micro no aparecía. Para aceptarlo, odio mucho que la gente no me crea cuando les digo las cosas y, ella, nunca me cree cuando le digo algo, por lo que no creía que el micro pasaba por ahí. Yo insistía como desquiciada porque había tomado el carro muchísimas veces antes en ese mismo paradero, pero ella, terca como un carro viejo que no se quiere mover de su lugar, decidió preguntarle al datero si mi información era verídica.

El señor que hacía de datero era un hombre muy amable, de aspecto desarreglado, pero al fin y al cabo muy amable. Tenía un solo diente. Por el solo diente me imaginaba que estaba rondando los ochenta y tantos años. Debía ser algo parecido. Llevaba ropa como de mecánico, completamente azul y un gorrito publicitario. Sonreía y el diente se mostraba sonriente también, feliz, satisfecho con la vida que había llevado.

-Si, señoritas, la treinta y cinco esa, esa es la que pasa por acá pues- Dijo.

Me sentí feliz porque el señor había confirmado la información que yo tanto había insistido en dar con cien años de anticipación. Mi amiga y yo anduvimos como pequeñas hermitañas casi veinte minutos y el maldito bus no daba señales de vida. El excesivo almuerzo comenzaba a causar estragos y nos dolía mucho la barriga, el calor/frío del clima comenzaba a matarnos y el panorama de llenura al ver los otros micros, resultaba ciertamente muy poco alentador (siempre paran más llenos que una lata de sardinas).

De pronto, el señor unidiente nos sonrió y se acercó lentamente con cara de muchos amigos. Nos preguntó porque no nos llevaban nuestros novios y nosotras pusimos cara de "gracias por recordarme que no tengo, señor". Nos dió unos consejos amorosos interesantes sobre la necesidad de que el novio te lleve en su carro. Me imaginé a un super modelo guapo con BMW y me reí mucho entre mis fantasías. Fue entonces cuando el anciano nos contó algo hermoso.

¿Como conocí a mi señora? Yo le dije: Te voy a enamorar  como sea. No tenía un carro del año, ni siquiera un carro viejo, solo tenía mis patines. Cuando le dije que tenía los patines me dijo: "No me importa si no tienes carro, con tal de que tengas algo con que llevarme". Y bueno, así la conquisté con mis patines y mi poesía. Yo le juré que la iba a enamorar y acá me ven, tengo tres hijos. El primero está en España es ingeniero químico y la otra vive en Estados Unidos y tiene tres hijos lindos, mis nietos pues, pero ellos son gringos, no hablan castellano.

Era la primera vez que me tomaba el tiempo de conocer a fondo la vida de un señor en la calle. Muchas veces no nos preguntamos que es lo que tiene la gente para decir o cuantas historias habrán vivido que nos puedan servir en la posteridad. El hecho de ver como sus ojos se iluminaban me bastó para darme cuenta que no me arrepentiré de la carrera que estoy siguiendo. Que emoción sentí al entrar en el mundo de otra persona, ir más allá, establecer contacto. Me sentí más humana.

El anciano se puso triste y bajó la mirada, fue entonces cuando presentí que lo malo estaba por llegar. 

Yo estuve en Estados Unidos. Trabajaba al frente de las dos torres esas que habían. Pensé que me iba a morir señorita. Yo trabajaba contando armas, es que yo había sido militar pues y sabía de esas cosas. Ese día yo estaba ahí con mi hija y todo y explotó, primero una, luego otra...caían como mantequilla, como mantequilla señorita. Ví a una chiquilla como de la edad de ustedes morirse en mi cara y yo le decía a su mamá que lloraba hasta morirse: "Señora no llore tanto, si dios se le llevó fue por algo, no llore señora". Pero seguía, seguía la señora, nunca me olvido.

Los ojos se me hacían agua imaginariamente, no podía controlar que eso estuviera pasando. Entre lo gráfica que había sido su explicación y las tabletas de mantequilla que caían sobre mis ojos, todo cambió. Veía el mundo de otra manera. 

Un señor anciano y las torres gemelas. Quién sabe si fue verdad o mentira, me alegró la tarde de solo escuchar una historia que se tomó el tiempo de haberme contado. Estas son las pequeñas cosas que enriquecen a la vida.

miércoles, 4 de julio de 2012

El Perú tiene Parkinson


Hola, soy caro y voy a atreverme a escribir el post más "levanta polémica" de mi no-carrera periodística, si alguien quiere cortarme las ojeras o prenderme fuego puede hacerlo, sea bienvenido.

Todo lo que ocurre me remite a mi propia imagen sentada en una carpeta de la universidad, muy alejada de todo este embrollo, escuchando una clase de ecogeografía cualquiera. Quizás pensé que era cualquiera hasta que mi profesor se atrevió a hacernos una confesión: Había un plan detrás de la cortina. Él trabajaba para el gobierno hace algunos años y fue testigo de algo que me quitó la sonrisa de la boca. Una empresa X iba a las casas de los pobladores y les repartía una semilla, hacía que las rieguen como en el colegio y finalmente, cuando ya había crecido, los de la empresa X iban casa por casa lanzando químicos en aquellas plantas y explicando que eso era lo que pasaría con su tierra si era que permitían que el proyecto X (que ya sabemos el nombre) actúe como está actuando.

Pues bien, lo lograron, lograron lo que querían. No sé si fue con motivo político, monetario o que se yo, pero bien sabemos por experiencia propia que en este momento no se puede confiar en nadie. Hubo ya otro altercado en el que, según un buen amigo cajamarquino, se encontró un bolita de mercurio en un caño, ¿en enserio? Es obvio que eso tiene que haber sido estratégicamente colocado si nos ponemos a pensar que el mercurio es tan pesado que no flota en el aire presisamente. Si, pues si señores, que fácil es hablar cuando no se conoce a fondo un asunto tan complejo. Que fácil es para unos wanna be hippies pacifistas gritar CON NO VA  frente a calle trece para seguir una moda.

Aún hoy, me recuerdo a mi misma sentada en el pasto del Festival Siete Mares entre tanta turba de personas que gritaban a voz en cuello CONGA NO VA, porque malograba el medio ambiente y tal, pero no tenían reparos en dejar hecha una porquería todo el parque de la exposición, que quedó lleno de sus desechos (entre botellas, cáscaras, etc). De lo limpio que estaba todo terminó siendo un basural inmundo. Por eso digo, que fácil es tirar la piedra y esconder la mano.

Y no, no vayamos a hacernos los tarugos y fingir que las empresas mineras son unos ángeles bajados del cielo, porque es obvio que aquí nadie es santo y el que lo es: que tire la primera piedra. Pero según el informe de cien años que se obligó a hacer para aprobar o no conga, se concluyó en que este proyecto no produce daños en el medio ambiente como se pensaba. Entonces, ¿por qué joden tanto? ¿Se están dando cuenta que siguen con la misma cantaleta y mientras pierden el tiempo con manifestaciones Cajamarca es la más perjudicada? El tiempo que se tomará en devolverle la normalidad de este departamento del Perú no es precisamente un día, ni dos y para devolverle el turismo (si hay suerte) si estiman poco más de dos meses.

Otro punto más de la indignación es el video que vi hoy sobre el arresto arbitrario del EX sacerdote y subrayo EX porque hay algunos que creen que sigue siendo sacerdote y lo defienden a capa y espada. Vamos a repasar algunos puntos claves para que la gente se de cuenta que su detención no nació de la nada y no fue porque a los policías les dio ganas, fueron y dijeron: "Ala, broer, estoy aburrido, vamos a arrestrar a Arana porque no tengo nada mejor que hacer". 

¿Estado de emergencia?

1. Yo nunca tuve nada en contra de Ollanta Humala, siempre fui totalmente indiferente respecto a su postura, aunque me generó ciertas dudas (como a la mayoría) cuando se cambió el polo rojo y se puso el blanco. Cuando ganó ciertamente tuve un aire de esperanza, un ventarrón efímero porque pensé que alguien haría las cosas bien. Pero como todos en el Perú, me decepcioné y ahora, quién sabe que está haciendo ese señor. Se ha ganado el nombre del presidente viajero para mí y no es precisamente Juan Pablo segundo para ser adorado por dar la vuelta al mundo en 30 días. Me lo imagino sentado tocando ukelele y Hawai o tomando saque en Japón o haciendo cualquier cosa menos dar la cara y decir unas cuantas palabras (por lo menos). Sea quién fuera y me caiga como me caiga este señor declaró estado de emergencia.

Para todos: 

El Poder Ejecutivo oficializó la declaratoria del estado de emergencia por 30 días en tres provincias del departamento de Cajamarca: Cajamarca, Hualgayoc y Celendín. Ello, luego de que en esta última provincia se regristraran ayer enfrentamientos que dejaron un saldo de tres civiles muertos y unos 21 heridos, entre pobladores y agentes del orden. 

Y ojo, en esta parte es donde se repasa el momento en el que detuvieron al señor Marco Arana. Él estaba sentado en una banca de la plaza con letreros de conga no va, provocación suficiente para ser arrestado aquel momento. ¿Cuál es el papel de la policía? Es claro que tratar en la medida de lo posible de que exista el orden en los momentos de caos. ¿Qué se puede hacer? A ver, quiero que se paren allí e intenten meter florecitas al mismo estilo de los hippies en la época de los beatles en las bocas de todos aquellos que están haciendo un escándalo a ver si no les hacen nada. Que fácil es intentar salvar el mundo desde un Ipad y que difícil es sentir en carne propia la realidad, que fácil es hablar porque se tiene boca y escribir porque se tiene dedos.

...Volvamos a Marco. Este señor fue detenido cuando claramente se dijo con anterioridad lo siguiente:

Según el Decreto Supremo Nª 070-2012-PCM, las garantías constitucionales que han quedado supendidas son las relativas a la libertad y seguridad personales: La inviolabilidad de domicilio (efectos pueden ingresar a los hogares), así como la libertad de reunión y tránsito. 

Después de lo expuesto arriba, señor Marca Arana ¿Que hacía sentado en la banca de esa plaza? ¿Fue acaso una provocación? ¿Quiso pasar de ser el lobo feroz a ser la caperucita? Pues lo consiguió y la regaló el vendaje no-literal a todos los que no quieren ver la realidad de las cosas. Usted no es ningún angelito del señor y lo único que creo que se debe hacer en estos casos es ser imparcial y solucionar el tema a conveniencia de todos. ¿Hasta cuando las injusticias? ¿Cuando se quitará la venda el Perú e impondrá mano dura? ¿Que no entienden que no estamos en condiciones de decir: Pobresito, derechos y que cuanta cosa? Es claro que a todos les tiembla la manos y mientras el parkinson generalizado siga, el Perú va a seguir en el Hoyo. 

Mi mamá me contaba como anécdota de vida que en el estado de emergencia de los 80s, por el terrorismo, se prohibía a las personas salir de sus casas a cierta hora de la noche bajo amenaza de disparo. Todos hacían caso porque sabían de lo importante y riesgoso del asunto y acataban la norma al pie de la letra. Entonces señor Arana y compañía ¿Qué es lo que pasa?

Y no se confundan, tengo 19 años, no apoyo a ninguna empresa en particular, no tengo un partido político determinado si me preguntan porque no hay ninguno que se merezca mi aprecio. Amo a la naturaleza, los animales, las plantas y me parte el alma cuando veo muertes injustas...pero, no nos hagamos de la vista gorda, este problema va más allá de culpables o inocentes y es hora de hacer lo justo. 

Esta soy soy una vez más y lo siento si hay alguien susceptible. Les dejo el video que un amigo me mandó en el que un revoltoso manifestante destroza la camioneta de los papás de un amigo suyo y frente a cámaras pone cara de yo no fui. ¿Cuántas otras caras de yo no fui vamos a tener que pasar por alto hasta que mueran más personas? ¿Hasta qué punto vamos a llegar?


martes, 3 de julio de 2012

El stop de la adrenalina



Al suin romanticón de esta gran banda colombiana me dispongo a escupir algunas letras guardadas desde hace algunos días. Tenía tanto que decir y callé tanto. Estuve escribiendo mucho pero como quien dice "tras bambalinas". Quizás, las cosas si son como algunos dicen: que a veces es mejor no mostrar algunas cosas hasta que estén listas. En este momento de mi vida siento que las cosas están avanzando tal cuál deben ser, a pesar de que en ciertos momentos (generalmente cuando me estoy bañando y los chorros de agua caen rápidamente sobre mi rostro) caigo en la cuenta de que para tener lo que se quiere, a veces hay que dejar abandonados algunos objetos inservibles en el camino.

 Me aferré, me aferré mucho a una ilusión pasada que me pisó como a un chicle en la esquina de algún paradero lejano y olvidado, pero hoy, habiendo despejado las dudas y dejado todo aquello atrás (parcialmente), debo decir que las cosas no avanzan nada mal, excepto por una que otro bache al que le encanta meterme cachetadas de vez en cuando. Ahora todas las canciones románticas me saben a nada y son tan "colorín colorado, este cuento se ha acabado" que a veces no sé si reír o llorar por la incertidumbre de no saber que es lo que viene luego. Yo estoy segura que mucha gente pensará que tengo problemas por escoger como momento de "pisar suelo" el momento de la ducha, pero es que, cuando las gotas caen en mi cara, me imagino en un videoclip y, como en el momento en el que llega el fin de mi vida: el slideshow de todos los momentos felices recorre mi cerebro con la rapidez con la que se puede decir basta.

viernes, 29 de junio de 2012

The last one




Juré no escribir algo para ti porque me dije a mi misma que no merecías ninguna letra que pudiera pasar por mis dedos para luego ser plasmada en una pantalla. Juré que no volvería a lanzar agua de mis ojos y lo he cumplido, no porque todo lo que sentía por ti haya desaparecido, sino porque estoy en un estadio extraño, en el que soy  una planta inerte que no se atreve a pronunciar palabras cursis ni sentir nada por nadie. No, no te equivoques no es que ya no crea en nadie, porque siempre pensé que rendirse es la peor cobardía que puede existir, es solo que no existe ese alguien, not yet y no, tampoco estoy en busca de, solo estoy viviendo.

Aún recuerdo ese día en el que te negaste a ayudarme con mi trabajo de Introducción a los medios digitales, como olvidarlo, nadie podría. Me miraste como se mira a una persona que te llama la atención la primera vez que la conoces, pero no lo noté. Me arruinaste el día con tus comentarios egocéntricos pero fue una ruina agradable. Había algo en ti que odiaba pero no me había dado cuenta de lo positivo que eso significaba.

Llegaste en un momento en el que todos mis planes estaban desperdigados en el más allá, confusos e inciertos  y en el que pensaba que no había lugar en mí para el amor. Llegaste cuando no pensé que llegarías, estaba tan ciega que no  quise ver que eras tú. Antes ya había conocido a algunos especímenes poco importantes a los que había dado una importancia efímera en un pequeño lapso de tiempo, de los que había comentado mucho e imaginado en canciones y videoclips, con los que había fantaseado una vida perfecta y fotos de revista: todo el conjunto de la felicidad. Resulta raro: no te imaginé en videoclips, te mencioné una o dos veces sin emoción…como un comentario equis diciendo que eras “buena gente” o que “me caías bien, jamás pensé que nosotros dos nos veríamos siquiera “decentes” estando juntos en fotos.

Llegaste cuando aún odiaba decirle a alguien apodos ridículos como “amor” “bebé” y esas estupideces cursis. Y todas, todas esas pavadas las dije por ti y escuché las canciones más melosas del mundo por ti, me tragué a Sin Bandera y lloré con Glee pensando en que éramos una mala imitación de Rachel y Finn. Terminé llamándote cada día de mi vida, cada segundo del día, diciéndote “bebé” con una voz melosa e infantil que incluso a mí me resultaba avergonzante. Hice collagues que me tomaron horas en photoshop, hice stopmotions, edité fotos con mucho esmero, inventé canciones, bailé, te compré todos los discos de tu serie favorita para que los bailemos mientras comíamos pizza.

Fui tu mamá, tu mejor amiga, tu confidente digna, tu enamorada, fui el primer amor que tanto esperaste vivir. Nunca pensé que sentiría tantas cosas juntas por un tiempo tan prolongado por el gordito que un día me habló como si no le importara nada y al que nunca di importancia. Nunca pensé comerme todas las críticas: Que si eras muy alto, muy gordo, que no sabías jugar bien al básquet, todo me importaba poco porque lograbas hacer que me sintiera importante en el mundo, lograbas que mi vida tuviera un sentido, que me levantara con una sensación en el pecho, esa que solo se siente cuando amas genuinamente a alguien.

Era obvio que esto iba a acabar así. Era obvio que cada uno iba a ir por su lado. Era obvio que íbamos a odiarnos, que íbamos a aborrecernos, que yo a ser la última en rendirse. No era obvio que te ibas a enamorar de una “amiga” mía, pero eso es algo que, en este momento, estoy aprendiendo a aceptar con tranquilidad. Era obvio que esto tenía que ser así, porque las verdaderas historias de amor, como en Romeo y Julieta deben terminar fatalmente, de lo contrario, no sería una digna historia de amor. Y la nuestra, lo fue, fue una genuina historia que merece ser recordada.
Aún puedo ver tus ojos pequeños y negros mirándome con ternura. Aún puedo escuchar aquella voz gruesa hablándome, aquella que solo podía volverse dulce por mí. Todo pedazo de recuerdo me resulta tan lejano, como cuando estás en una carretera y ves un letrero que se aleja y se aleja más y sabes que mientras más lejos esté menos podrás verlo aunque sabes que en algún momento estuvo ahí y que existe.

Me olvidaste. Me olvidaste porque tenías tanto amor que explotó en algún momento y no pudiste más con aquello. Me olvidaste porque quizás debías conocer a otra persona que te ayude a querer más bonito. Me olvidaste porque te cansaste de mi explosiva y conflictiva personalidad. Intento olvidarte porque no hay nada que duela más que intentar pensar que vas a volver cuando sé que no los vas a hacer nunca, porque es obvio que puedo vivir sin ti pero aún no se si sea una vida mejor o peor. Intento olvidarte porque sé que me espera algo a lo lejos, en un futuro, alguna sonrisa, canciones y  una taza de té.

Acabaré escribiendo sentada en una mesa con una laptop y una taza de café, mis lentes con marco negro, siempre necesarios por mi miopía. Acabaré quizás con un chico bohemio que ame las canciones rebuscadas y con quién pueda filosofar, hablar de historia, poesía y libros para pasar el rato. Quizás iremos a algún concierto o yo iré a verlo a él. Quizás conozca a alguien normal, que guste de actividades normales y rutinarias. Quizá sea alguien loco que guste de vivir la vida al límite. Quizás solo sea alguien que cumpla mi deseo de hacer un picnic y cantar al son de una guitarra acústica.

Te veo caminando a lo lejos y despidiéndote de mí como en los casos de Coldcase cuando al final resuelven el misterio y el fantasma se va, agradecido. Te veo dándome gracias por tantas cosas que te enseñe. Y ahora yo debo darte gracias por todo aquello que me diste, por mostrarme que las cosas bellas no duran para siempre, por hacerme ver que no debo cometer el mismo error dos veces, por taladrarme el corazón, por enseñarme que no eras eterno. Finalmente, aprendí de ti que los hombres no son iguales con todas las mujeres, que alguien que es muy frío puede tener detalles increíbles con otra persona porque le nace hacerlo, que no hay culpables, solo circunstancias, que cuando alguien no te quiere no es tu culpa… es porque así debía ser.

Mi corazón está hueco, tus cartas hoy no dicen nada y el veintitrés tampoco. Pronto tendrás un número nuevo al cual venerar, canciones que cantar por ella y yo seré un recuerdo en tu cajón lleno de tarjetas con frases bonitas, será la chica que dibujó cosas distintas a tu alrededor, la que despertó tu corazón y te hizo amar por más de 365 días, será ella, aquella que fue tu todo y que hoy no es nada. Recuérdame con una sonrisa, que yo lo haré con una canción feliz, aunque todo haya terminado con una tormenta. 

viernes, 8 de junio de 2012

Esta noche si hay inspiración


(...) Y el comercial duró muchos días.

Hoy, Carolina baja la cabeza, mira a su alrededor y presiente cierto aire de inconstancia. ¿La razón? No entiende porque sus manos y su cabeza no pueden trabajar juntas. En el momento en el que se dispone a escribir algo, su cerebro no quiere seguir. ¿Es quizás el miedo que le provoca decir la verdad? ¿Es quizás que el mundo no está preparado para escuchar aquellos pensamientos? Sus ojos, como dos ciruelas enormes y muy redondas, de esas que van encima del pastel de cumpleaños, no puede evitar sentir que algo raro está ocurriendo.

Carolina no quiere hablar de cosas banales, ni tampoco le apetece escuchar malas noticias acerca del mal manejo de gobierno. Quizás quiere levantar debate sobre algún tema en particular, pero no logra articular palabra alguna en su mente, que luego pueda ser expulsada por su cerebro. Piensa quizá que puede hablar de terrorismo, de realismo siempre le ha interesado el absolutismo: la idiotez que un rey tuvo una vez en la historia de engañar a cuanto ignorante existía diciendo que el poder venía de dios.

Carolina mueve los dedos pero no alcanza a decir nada. Arriba de su mirada, muchas fotos digitales desparramadas esperando ser editadas en un photoshop quizás cansado de tanto uso. Ay, si el photoshop hablara, cuantas cosas contaría, ay, si los lugares hablaran. Si hablara esta casa que la vio tantas veces, llorar, reír, esconderse de la realidad, actuar malévolamente, intentar ser rebelde, ser fresa, ser todo en uno. Ay, cuantas historias quizás podría contar este trozo de papel que Carolina sostiene sin darle importancia, para luego arrugarlo y llevarlo a la basura.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Being Hipster



El mundo gira. Giro yo, giras tú, gira tu vecina dueña del perro chiguagua que ladra 24/7, gira el panadero que toca la corneta a las seis de la mañana y el moderno cartero que, vestido informalmente, te entrega los recibos de luz con los que pondrás una cara de "quiero irme del planeta en este preciso momento", no pagarás nada, serás moroso y pondrán tu foto en blanco y negro en la entrada de luz del sur.  Así como todo gira, giran las modas: se vuelven cada vez más raras y otras regresan. Cambiamos de presidente y de ministros como de calzones. Giran las noticias, muere un nuevo famoso cada día y miles más mueren en el indeseable anonimato.

No vine aquí a contarles lo obvio, lo que todos leen en el periódico (generalmente, con la clásica ojeada del kiosko que tanto sirve si es que esperas al micro y no tienes nada mejor que hacer, además, tampoco quieres gastar cincuenta céntimos en periódico porque prefieres esperar al vendedor ambulante que sube y comprarle lapiceros invisibles para escribir mensajitos idiotas en tu cuaderno sin que nadie se de cuenta: así puedes sentirte como James Bond, el clásico dijesito de a sol de "I love you" para tu flaca o por otro lado, si eres caritativo, darle de tu sencillo al ratero ex-convicto que se subió con su certificado de "recién salido de Lurigancho").

Vengo acá a escribir esto porque, aparte de salirme del guión a la hora de pintar lo que quiero decir (Dícese "ir al grano"), tengo una necesidad innata de expresar mi opinión acerca de un temita que me está rondando la cabeza. ¿Por qué el nacimiento de las moditas exóticas? Yo sé que es un tanto difícil de explicar debido a que con esto quizás nos mareamos más, uno no entiende como es que de la nada alguien decidió regresar a ser hippie un día y todos creyeron que era algo "cool".

Desde las tiendas de moda psicodélica a la música, todo te llama a ser: ra-ro. Miles de millones de personas en el planeta tratan de correr para que nadie sea capaz de colocarlos en un grupo (encasillarlos), incluyéndome (aunque a decir verdad, a nadie debería de importarle lo que dicen de sí mismo si se conoce bien). Pero eso me lleva a la encrucijada de lo que somos en verdad: Si escuchas música indie y antigua te dicen "Hipster", si escuchas reggaeton y pachanga mix te dicen "Fresh", si escuchas solo reggaeton y vistes como pirañita (pones inscripciones como "El positivoh maz nah" o en el caso de mujer a lo gringasha style "La mamitah maz ricah") eres "Amixer", si te vistes de negro y tienes el pelo largo eres "metalero" y si es lo mismo pero te tapas la cara eres "emo", ¿Es enserio esto? ¿Qué es lo que somos en realidad? En realidad, somos lo que queremos ser y una palabra no está para demostrar nada. Nos queda ese instinto americanizado a lo High School Musical que tenemos de meter a todos en un saco exclusivo para poder describirlo mejor.

Recuerdo que hace unos meses asistí con una amiga de la universidad a un festival de música independiente  para ver a un grupo que nos gustaba mucho (tocó una cantante colombiana de la cuál un amigo del mismo país me había hablado, me puse muy feliz). Ese lugar estaba infestado. Infestado es poco. Es muy feo tener que encasillar a alguien por la forma en la que se viste (como dije líneas arriba) pero, al igual que algo falso que te compras en polvos azules, lo falso en las personas se ve y se huele y se notaba a cinco mil kilómetros, que muchas de esas personas no eran quienes aparentaban ser. Así que como niños de cinco años que juegan a ver cuantos autos de cada color pasan en la carretera, nosotras jugaban a encontrar al original y al bamba y lo logramos satisfactoriamente.

Por un lado las modas pueden resultar inofensivas, mientras no hagan daño a nadie, por otro, resultan completamente tóxicas cuando las personas comienzan a tomar comportamientos que no son naturales en ellos. Lo que entendí después de mi observación urbana era que Hippie eran los que aparaban (o realmente eran) personas poco consumistas que luchaba por la paz y olían a ganjah, por otro lado, los hipsters eran extremadamente consumistas, se jactaban de escuchar bandas underground y poco conocidas, vestían con polos de banda comprados en ferias de poco renombre. Sin embargo, allí estaban, hippies y hispsters gritando a favor de la misma consigna "Conga no va", boceaban a voz en cuello, sin saber quizás la realidad del asunto. Al igual que el conga no va, tenemos al, no menos famoso "los militares fueron de frente a matar a todos los habitantes de la sierra", no soy quién para mentir o desmentir a cabalidad una u otra versión, no soy Salomón Lerner o pedrito (quién quiera que sea). Pero me gustaría que en vez de sentarse cómodamente a luchar contra la contaminación del medio ambiente y a su vez, llenar indiscriminadamente de toneladas de basura el parque de la exposición, se sienten en una biblioteca o viajen a esos lugares, a ver si el punto de vista que tienen es realmente el correcto.

Debo admitir que aunque me jode el encasillamiento, es parte del proceso de selección natural. Aunque soy muy bipolar para expresar mis ideas, ya está: las dije. Y poco a poco, voy soltando la lengua. Ajá: creo que tengo un nuevo título para el blog. Si no les gusta que pena, y si les gusta, gracias de antemano (me refiero a las cosas que digo).

Soy caro (un comercial y regreso)


martes, 22 de mayo de 2012

Tired of this bullshit



Hoy decidí elegir a una de mis bandas favoritas: Coconut Records, para amenizar la velada. Me he dado cuenta de que se me ha pegado un poco la palabra "amenizar", lo siento por eso. Curiosamente, el vocalista de esta banda es el hermano de un pelucón beatle style (que está en otras de mis bandas preferidas) que sale como el eternamente enamorado en la película que medio Lima ha visto: El diario de la princesa. Y ...el post que voy a escribir hoy, que decidí sería seriamente desalentador, habla de películas románticas y de amor. Pero, ¿saben algo? no es un post en el voy a hacer una oda al sentimiento romántico, es un post en el que quiero pisar suelo. Y no, no pretendo hacer que todos los demás se caigan de sus nubes, es solo que en todo este tiempo he recopilado teorías sobre como funciona el amor y todo lo que viene después de eso.

1. Con mi penúltima relación aprendí que nunca hay que ilusionarse como desquiciado mental al punto de repetir con sonrisa de anime que vas a estar junto a esa persona toda la vida. Y pretendí no volver a hacerlo, enserio traté, me dije a mi misma: "Caro, esas cosas son mentira, uno puede querer estar con alguien pero de ahí, a que estés con esa persona mucho tiempo o TODA LA VIDA, es otra cosa". Pues, carolina, la ilusionada afloró en el cuerpo de esta penosa mortal y volvió a cometer el garrafal error (como muchos) de decir la misma pavada. "Voy a estar contigo siempre, aunque nos peleemos millones de veces nada nos va a separar". Es difícil aceptar que ese es uno de los factores por los que una relación no funciona. Y, aunque suene raro, esa frase tiene que ver con la confianza. Hay tres cosas que necesitas tener para no decirla: 1. Madurez, 2. NO (en mayúsculas, luces de neón y negrita) ser una persona impulsiva y 3. Confianza. Si, con-fi-anza, si tienes confianza en ti mismo no necesitas andar pregonándole a alguien tu amor a base de promesas que sabes que cuando los momentos de éxtasis se acaben, no podrás cumplir.

2. Con mi última relación aprendí (algo que también aprendí con la penúltima), ¿Por qué diablos nace el instinto idiota de incluir a tu círculo de amigos en tus problemas con él/ella? Es un problema que nace desde que nació el amor. No sé si es un problema muy mío o muy de todos. Pero, desde que inicias contando algo sin importancia, en ese preciso momento, se prende la llama que pronto generará el incendio: todo ha cambiado. Es muy simple la razón por la cuál nunca debes hacer eso: Si el/ella comete un error se lo vas a decir a tus amigos, ellos no estarán conformes con como te trata y si vuelve a hacerlo se va a debilitar más y más, el lazo, el problema y todo acabó. Por el amor de dios, nunca, pero nunca, empiecen a hablar de él/ella con sus amigos, dando opiniones de lo que creen acerca de lo que ha echo (peor si son despectivas) que no le vayan a decir, es solo cuestión de tiempo.

3. Las películas románticas no ayudan en nada. Es obvio que las veo, a pesar de ser amante de los zombies desde que tengo cinco años y ví por primer vez el videoclip Thriller de Michael Jackson. Aunque digamos que no nos gustan, que son una pavada. Aunque adoptemos el instinto anti imperialista, anti estadounidense de decir: "Solo pasa en las películas". Siempre aflorará en nosotros el instinto de publicista de TNT  que nos dirá: "Pasa en las películas, pasa en la vida, pasa en TNT" y oh, demonios: pasa en mi vida. Y como pasa en tu vida crees que además de las cosas con las que te identificas, también con las que no pasarán. Eso me pasaba a mí, al creer que comiendo las uvas de año nuevo mis deseos se iban a cumplir o que al cerrar los ojos fuerte frente a mi pastel de cumpleaños iba a tener todo lo que quería. El malo tipo "Tres metros sobre el cielo" con músculos en todo el cuerpo y casaca de cuero español en moto Harley no va a venir a buscarte y decirte que va a cambiar por ti. Aprendí que el bueno, el angelical, que es tan inocente que estás a punto de rezarle en las noches, también puede equivocarse si quiere. 

4. No molesten al decir que hay revelancia en el tiempo en que conoces a la persona, ni tampoco con sus grupos idiotas diciendo que "ay, le dijo te amo al primer mes". Para mí todo es relativo, así como el amor, que viene y se va en el momento en que le plazca. Puedes conocer a una persona en cinco días y ser suficiente, como conocer a una por veinte años y necesitar más tiempo aún. También aprendí señores escuchas, que es una tontería ponerse a pensar en el peso tonto del "te amo" y el "te quiero", puedes no decirle ninguna de las dos a alguien pero demostrarle todo lo que necesita saber y ser suficiente. Tampoco necesitas la relación en facebook (aunque no cambia nada) o los quinientos albumes de fotos, peor, los memes con frases cursis que gritan como te sientes para el otro lo escuche. ¿Antes del facebook donde quedaba la relación? En ellos, en nosotros, en todos. ¿Por qué esas necesidad de hacer parafernalia de tus sentimientos? ¿Por qué esa inseguridad? Es como si el chancón del salón sacará bombos y platillos cada vez que saca veinte y gritara en los oídos de todos los que sacaron quince, ¿No es bonito verdad?, aparte, no es por los que sacaron quince es que, ¿Estaría él reforzando su IQ al gritarle a todos su buena nota? No, pues, esa es la respuesta, no estamos reforzando nada, eso es puro adorno. Respiren hondo.

5. Hay dos cosas que voy a resumir en el número cinco: La primera a) No todos los hombres y mujeres son iguales, no saben lo cansada que estoy de esa trillada frase. Todos los amigos a los que alguna vez escuché decir esa frase creen que tienen cáncer terminal. Están entre los 17 y 23 años y creen que su vida ha acabado ¿Es enserio? "Me voy a volver cura", "Voy a vivir en una casa con 27 gatos", "No hay nadie para mí" ¿Es una broma? ¿Por qué desvivirse tratando de encontrar a una persona? ¿Por qué tratar de llenar un vacío de algo que no está vacío? Lo único que queremos en nuestra vida es llegar a la tan anhelada felicidad y hay TANTOS modos de hacerlo. Algunas mujeres creen que el sinónimo de soltería es volverse locas tratando de llenar un vacío inexistente y no, no juzgo nada, es solo que si no te nace hacerlo, no lo hagas solo por no sentirte sola, hazlo porque es algo que está en ti, no cometas ese error. Nada se acabado para nadie, siempre hay un roto para un descocido, no te frustres por pasar el San Valentín solo (al fin y al cabo es solo una celebración materialista a base de un ser mitológico pero con el objetivo de comprar objetos rosados y rojos tratando de demostrar el amor, ir al parque, gastar, gastar, gastar. Es como el día de la madre, ¿Por qué celebrarlo un día? ¿Por qué solo un día para algo? ¿Por qué no siempre? Sean felices todos, sin pensar en el cómo o cuando, descarrilense de los rieles del pasado y vuelvan al ruedo.

6. Sé que vine con ánimos felices pero he aquí mi parte desalentadora. Uno no necesita estar con alguien para vivir, no es el pilar de la existencia de la tierra, pero lo único que me estresa del proceso de vivir es el momento en el que crees que es "alguien" y luego no es. Pero es parte de la vida ¿no? Me siento feliz de haber aprendido tanto en el camino aunque ni siquiera haya llegado a base dos. A partir de mañana abandonaré mi pose de doctora corazón para centrarme en temas más importantes.

Caro.

lunes, 21 de mayo de 2012

Arcoiris y mañanas


Alguna vez pensé que en casi-junio del 2012 estaría escribiendo acerca de alguien, pero después de tantos momentos buenos o malos que la vida me ha regalado, me di cuenta de que nunca hay que pensar cuando estás feliz. Lo siento por la gente extasiada de ánimos alegres, pero mis ojos cansados y ojerosos después de tropezar en este camino maltrecho, se dieron cuenta de que es mejor pensar cuando no sientes nada, cuando estás hueco. Sé que esas afirmaciones pueden sonar súper Paulo Coelho, pero es algo que me tocó descubrir por mí misma. A veces hay treinta personas que se desviven por hacerte entender cosas muy simples, tan sencillas como decir de qué color es el caballo blanco de Napoleón, pero nosotros nunca las vemos…nosotros o solo yo.  Quizás es porque nos gusta tener la autoría de todo o porque simplemente somos tan ciegos que no queremos ver, no queremos aceptar que la realidad a la que nos aferramos está cayendo como la cáscara de un pollito que está a punto de nacer, tan lenta y sutilmente y, algunas veces, tan rápido que no tenemos tiempo de decir: ¿Es enserio? Como cuando estás viendo la televisión y le dices a alguien: ¡MIRA ESO! Y cuando voltea la imagen no está más en la pantalla... ¿no es eso frustrante? 

Hay tantas respuestas sobre la palabra frustración que intento descubrir mientras mis ojos arden ante la hoguera de un quizás, que se auto dibuja en la pared del escritorio donde alguna vez fruncía el seño de felicidad por alguien que nunca leerá este post. Quizás frustración es abrir el viejo diario en donde están aquellos recuerdos de lo que querías que pase y darte cuenta de que nada de eso pasará nunca o quizás, no ahora, es mirar al cielo y pensar: ¿Qué es lo que viene ahora? Es gritar con los audífonos puestos mientras las lágrimas caen sin poderlas detener, es haber hecho algo que sabes que es mejor para ti, aunque no es lo que querías. Es, en mi caso, ponerle cabezas de animales a mis fotos, porque siento que no quiero mostrar mi rostro y no soy más la persona que fui. 

Pues bien, esta es la forma en la que afronto el proceso. Les recomiendo: Una buena dosis de conversaciones estúpidas + salidas al cine con amigos que no te recordaran lo miserable que es ser tu + escuchar un poco de rock con letra emo pero con melodía tan increíble que te haga olvidarte de lo emo de la letra + tratar de filosofar mientras ves la ventana del micro (es mejor para mí si observo a la gente e invento una vida para cada uno, realmente ayuda) + leer un libro inteligente (Si no es ninguno de esos cursis que salen últimamente mejor) + Hacer eternos los momentos. Yo, escribiendo esto y viviendo estas últimas semanas me he dado cuenta de que no es bueno estancarse en una cosa, no me voy a quedar revoloteando como avispa frente a un panal que no me conviene. 

Termino con una canción, que hoy por hoy, es mi himno personal. A ver si alguien puede hacerlo su himno también. 

Caro con hache is back.