sábado, 7 de julio de 2012

Las dos torres




Estaba esperando la treinta y cinco en la av. Ayacucho con una amiga que estaba apunto de lanzarme un yunque en la cabeza por el tiempo que íbamos esperando y el micro no aparecía. Para aceptarlo, odio mucho que la gente no me crea cuando les digo las cosas y, ella, nunca me cree cuando le digo algo, por lo que no creía que el micro pasaba por ahí. Yo insistía como desquiciada porque había tomado el carro muchísimas veces antes en ese mismo paradero, pero ella, terca como un carro viejo que no se quiere mover de su lugar, decidió preguntarle al datero si mi información era verídica.

El señor que hacía de datero era un hombre muy amable, de aspecto desarreglado, pero al fin y al cabo muy amable. Tenía un solo diente. Por el solo diente me imaginaba que estaba rondando los ochenta y tantos años. Debía ser algo parecido. Llevaba ropa como de mecánico, completamente azul y un gorrito publicitario. Sonreía y el diente se mostraba sonriente también, feliz, satisfecho con la vida que había llevado.

-Si, señoritas, la treinta y cinco esa, esa es la que pasa por acá pues- Dijo.

Me sentí feliz porque el señor había confirmado la información que yo tanto había insistido en dar con cien años de anticipación. Mi amiga y yo anduvimos como pequeñas hermitañas casi veinte minutos y el maldito bus no daba señales de vida. El excesivo almuerzo comenzaba a causar estragos y nos dolía mucho la barriga, el calor/frío del clima comenzaba a matarnos y el panorama de llenura al ver los otros micros, resultaba ciertamente muy poco alentador (siempre paran más llenos que una lata de sardinas).

De pronto, el señor unidiente nos sonrió y se acercó lentamente con cara de muchos amigos. Nos preguntó porque no nos llevaban nuestros novios y nosotras pusimos cara de "gracias por recordarme que no tengo, señor". Nos dió unos consejos amorosos interesantes sobre la necesidad de que el novio te lleve en su carro. Me imaginé a un super modelo guapo con BMW y me reí mucho entre mis fantasías. Fue entonces cuando el anciano nos contó algo hermoso.

¿Como conocí a mi señora? Yo le dije: Te voy a enamorar  como sea. No tenía un carro del año, ni siquiera un carro viejo, solo tenía mis patines. Cuando le dije que tenía los patines me dijo: "No me importa si no tienes carro, con tal de que tengas algo con que llevarme". Y bueno, así la conquisté con mis patines y mi poesía. Yo le juré que la iba a enamorar y acá me ven, tengo tres hijos. El primero está en España es ingeniero químico y la otra vive en Estados Unidos y tiene tres hijos lindos, mis nietos pues, pero ellos son gringos, no hablan castellano.

Era la primera vez que me tomaba el tiempo de conocer a fondo la vida de un señor en la calle. Muchas veces no nos preguntamos que es lo que tiene la gente para decir o cuantas historias habrán vivido que nos puedan servir en la posteridad. El hecho de ver como sus ojos se iluminaban me bastó para darme cuenta que no me arrepentiré de la carrera que estoy siguiendo. Que emoción sentí al entrar en el mundo de otra persona, ir más allá, establecer contacto. Me sentí más humana.

El anciano se puso triste y bajó la mirada, fue entonces cuando presentí que lo malo estaba por llegar. 

Yo estuve en Estados Unidos. Trabajaba al frente de las dos torres esas que habían. Pensé que me iba a morir señorita. Yo trabajaba contando armas, es que yo había sido militar pues y sabía de esas cosas. Ese día yo estaba ahí con mi hija y todo y explotó, primero una, luego otra...caían como mantequilla, como mantequilla señorita. Ví a una chiquilla como de la edad de ustedes morirse en mi cara y yo le decía a su mamá que lloraba hasta morirse: "Señora no llore tanto, si dios se le llevó fue por algo, no llore señora". Pero seguía, seguía la señora, nunca me olvido.

Los ojos se me hacían agua imaginariamente, no podía controlar que eso estuviera pasando. Entre lo gráfica que había sido su explicación y las tabletas de mantequilla que caían sobre mis ojos, todo cambió. Veía el mundo de otra manera. 

Un señor anciano y las torres gemelas. Quién sabe si fue verdad o mentira, me alegró la tarde de solo escuchar una historia que se tomó el tiempo de haberme contado. Estas son las pequeñas cosas que enriquecen a la vida.

miércoles, 4 de julio de 2012

El Perú tiene Parkinson


Hola, soy caro y voy a atreverme a escribir el post más "levanta polémica" de mi no-carrera periodística, si alguien quiere cortarme las ojeras o prenderme fuego puede hacerlo, sea bienvenido.

Todo lo que ocurre me remite a mi propia imagen sentada en una carpeta de la universidad, muy alejada de todo este embrollo, escuchando una clase de ecogeografía cualquiera. Quizás pensé que era cualquiera hasta que mi profesor se atrevió a hacernos una confesión: Había un plan detrás de la cortina. Él trabajaba para el gobierno hace algunos años y fue testigo de algo que me quitó la sonrisa de la boca. Una empresa X iba a las casas de los pobladores y les repartía una semilla, hacía que las rieguen como en el colegio y finalmente, cuando ya había crecido, los de la empresa X iban casa por casa lanzando químicos en aquellas plantas y explicando que eso era lo que pasaría con su tierra si era que permitían que el proyecto X (que ya sabemos el nombre) actúe como está actuando.

Pues bien, lo lograron, lograron lo que querían. No sé si fue con motivo político, monetario o que se yo, pero bien sabemos por experiencia propia que en este momento no se puede confiar en nadie. Hubo ya otro altercado en el que, según un buen amigo cajamarquino, se encontró un bolita de mercurio en un caño, ¿en enserio? Es obvio que eso tiene que haber sido estratégicamente colocado si nos ponemos a pensar que el mercurio es tan pesado que no flota en el aire presisamente. Si, pues si señores, que fácil es hablar cuando no se conoce a fondo un asunto tan complejo. Que fácil es para unos wanna be hippies pacifistas gritar CON NO VA  frente a calle trece para seguir una moda.

Aún hoy, me recuerdo a mi misma sentada en el pasto del Festival Siete Mares entre tanta turba de personas que gritaban a voz en cuello CONGA NO VA, porque malograba el medio ambiente y tal, pero no tenían reparos en dejar hecha una porquería todo el parque de la exposición, que quedó lleno de sus desechos (entre botellas, cáscaras, etc). De lo limpio que estaba todo terminó siendo un basural inmundo. Por eso digo, que fácil es tirar la piedra y esconder la mano.

Y no, no vayamos a hacernos los tarugos y fingir que las empresas mineras son unos ángeles bajados del cielo, porque es obvio que aquí nadie es santo y el que lo es: que tire la primera piedra. Pero según el informe de cien años que se obligó a hacer para aprobar o no conga, se concluyó en que este proyecto no produce daños en el medio ambiente como se pensaba. Entonces, ¿por qué joden tanto? ¿Se están dando cuenta que siguen con la misma cantaleta y mientras pierden el tiempo con manifestaciones Cajamarca es la más perjudicada? El tiempo que se tomará en devolverle la normalidad de este departamento del Perú no es precisamente un día, ni dos y para devolverle el turismo (si hay suerte) si estiman poco más de dos meses.

Otro punto más de la indignación es el video que vi hoy sobre el arresto arbitrario del EX sacerdote y subrayo EX porque hay algunos que creen que sigue siendo sacerdote y lo defienden a capa y espada. Vamos a repasar algunos puntos claves para que la gente se de cuenta que su detención no nació de la nada y no fue porque a los policías les dio ganas, fueron y dijeron: "Ala, broer, estoy aburrido, vamos a arrestrar a Arana porque no tengo nada mejor que hacer". 

¿Estado de emergencia?

1. Yo nunca tuve nada en contra de Ollanta Humala, siempre fui totalmente indiferente respecto a su postura, aunque me generó ciertas dudas (como a la mayoría) cuando se cambió el polo rojo y se puso el blanco. Cuando ganó ciertamente tuve un aire de esperanza, un ventarrón efímero porque pensé que alguien haría las cosas bien. Pero como todos en el Perú, me decepcioné y ahora, quién sabe que está haciendo ese señor. Se ha ganado el nombre del presidente viajero para mí y no es precisamente Juan Pablo segundo para ser adorado por dar la vuelta al mundo en 30 días. Me lo imagino sentado tocando ukelele y Hawai o tomando saque en Japón o haciendo cualquier cosa menos dar la cara y decir unas cuantas palabras (por lo menos). Sea quién fuera y me caiga como me caiga este señor declaró estado de emergencia.

Para todos: 

El Poder Ejecutivo oficializó la declaratoria del estado de emergencia por 30 días en tres provincias del departamento de Cajamarca: Cajamarca, Hualgayoc y Celendín. Ello, luego de que en esta última provincia se regristraran ayer enfrentamientos que dejaron un saldo de tres civiles muertos y unos 21 heridos, entre pobladores y agentes del orden. 

Y ojo, en esta parte es donde se repasa el momento en el que detuvieron al señor Marco Arana. Él estaba sentado en una banca de la plaza con letreros de conga no va, provocación suficiente para ser arrestado aquel momento. ¿Cuál es el papel de la policía? Es claro que tratar en la medida de lo posible de que exista el orden en los momentos de caos. ¿Qué se puede hacer? A ver, quiero que se paren allí e intenten meter florecitas al mismo estilo de los hippies en la época de los beatles en las bocas de todos aquellos que están haciendo un escándalo a ver si no les hacen nada. Que fácil es intentar salvar el mundo desde un Ipad y que difícil es sentir en carne propia la realidad, que fácil es hablar porque se tiene boca y escribir porque se tiene dedos.

...Volvamos a Marco. Este señor fue detenido cuando claramente se dijo con anterioridad lo siguiente:

Según el Decreto Supremo Nª 070-2012-PCM, las garantías constitucionales que han quedado supendidas son las relativas a la libertad y seguridad personales: La inviolabilidad de domicilio (efectos pueden ingresar a los hogares), así como la libertad de reunión y tránsito. 

Después de lo expuesto arriba, señor Marca Arana ¿Que hacía sentado en la banca de esa plaza? ¿Fue acaso una provocación? ¿Quiso pasar de ser el lobo feroz a ser la caperucita? Pues lo consiguió y la regaló el vendaje no-literal a todos los que no quieren ver la realidad de las cosas. Usted no es ningún angelito del señor y lo único que creo que se debe hacer en estos casos es ser imparcial y solucionar el tema a conveniencia de todos. ¿Hasta cuando las injusticias? ¿Cuando se quitará la venda el Perú e impondrá mano dura? ¿Que no entienden que no estamos en condiciones de decir: Pobresito, derechos y que cuanta cosa? Es claro que a todos les tiembla la manos y mientras el parkinson generalizado siga, el Perú va a seguir en el Hoyo. 

Mi mamá me contaba como anécdota de vida que en el estado de emergencia de los 80s, por el terrorismo, se prohibía a las personas salir de sus casas a cierta hora de la noche bajo amenaza de disparo. Todos hacían caso porque sabían de lo importante y riesgoso del asunto y acataban la norma al pie de la letra. Entonces señor Arana y compañía ¿Qué es lo que pasa?

Y no se confundan, tengo 19 años, no apoyo a ninguna empresa en particular, no tengo un partido político determinado si me preguntan porque no hay ninguno que se merezca mi aprecio. Amo a la naturaleza, los animales, las plantas y me parte el alma cuando veo muertes injustas...pero, no nos hagamos de la vista gorda, este problema va más allá de culpables o inocentes y es hora de hacer lo justo. 

Esta soy soy una vez más y lo siento si hay alguien susceptible. Les dejo el video que un amigo me mandó en el que un revoltoso manifestante destroza la camioneta de los papás de un amigo suyo y frente a cámaras pone cara de yo no fui. ¿Cuántas otras caras de yo no fui vamos a tener que pasar por alto hasta que mueran más personas? ¿Hasta qué punto vamos a llegar?


martes, 3 de julio de 2012

El stop de la adrenalina



Al suin romanticón de esta gran banda colombiana me dispongo a escupir algunas letras guardadas desde hace algunos días. Tenía tanto que decir y callé tanto. Estuve escribiendo mucho pero como quien dice "tras bambalinas". Quizás, las cosas si son como algunos dicen: que a veces es mejor no mostrar algunas cosas hasta que estén listas. En este momento de mi vida siento que las cosas están avanzando tal cuál deben ser, a pesar de que en ciertos momentos (generalmente cuando me estoy bañando y los chorros de agua caen rápidamente sobre mi rostro) caigo en la cuenta de que para tener lo que se quiere, a veces hay que dejar abandonados algunos objetos inservibles en el camino.

 Me aferré, me aferré mucho a una ilusión pasada que me pisó como a un chicle en la esquina de algún paradero lejano y olvidado, pero hoy, habiendo despejado las dudas y dejado todo aquello atrás (parcialmente), debo decir que las cosas no avanzan nada mal, excepto por una que otro bache al que le encanta meterme cachetadas de vez en cuando. Ahora todas las canciones románticas me saben a nada y son tan "colorín colorado, este cuento se ha acabado" que a veces no sé si reír o llorar por la incertidumbre de no saber que es lo que viene luego. Yo estoy segura que mucha gente pensará que tengo problemas por escoger como momento de "pisar suelo" el momento de la ducha, pero es que, cuando las gotas caen en mi cara, me imagino en un videoclip y, como en el momento en el que llega el fin de mi vida: el slideshow de todos los momentos felices recorre mi cerebro con la rapidez con la que se puede decir basta.