jueves, 9 de diciembre de 2010

La playa

Sí, estuve ahí. Podría atreverme incluso a decir que no. Pero, las marcas en mis zapatos me delatan. Estuve ahí por muchas horas, tal vez escapandome de todo, talvez más cerca de todo lo que me permitía conocer en ese momento de mi vida. Estoy sentada poco cómoda, tratando de sacar la arena de mi zapato derecho. Aprovecho mi distancia de las otras personas. Se que sería un poco incómodo verme en este estado. Y no, la arena no parece arena, con el tiempo se pegó (es algo marrón y extraño, se que pueden descrifrarlo). El destino te regala momentos extraños, mis zapatos de hace años, el pensamiento del pasado. Mis zapatos negros ahora hacen de máquina del tiempo. Mientras miro al vacío y procuro no pensar en eso, llegan a mi pequeños fragmentos de esa tarde. Tarde de luna adelantada, tarde de brisa de mar, tarde de intento de amor nunca concretado. Me sorprendo al abrir mis ojos y darme cuenta que mis alucinaciones no eran producto del sueño. Mis ojos se cierran. Se vuelven a abrir. Yo sigo allí...recordando. Parado allí, al lado (nunca le dí la importancia debida). Loco, orate, enfermo mental. Los sinóminos solo explican una cosa. Hay muchas veces en la vida en que no completas algo porque no estás seguro de que sea lo mejor para ti. Demasiada locura para mi gusto, demasiado desinterés y bipolaridad.
Creo que necesitaba a alguien más normal. Sin embargo esa tarde era un niña en invierno. Era una loca atrevida. Me atreví a intentar querer, pero no me funcionó más de dos meses. La historia que nunca conté ahora está en mis zapatos. El tiempo sigue sin querer decirle a todos lo que sufrí. La gente podría aconsejar que olvide, pero si no es nada triste (y que jamás recuerdo) no tendría necesidad de intentar olvidar. Ayer leí que intentar olvidar no es más que... "el intento por querer recordar constantemente a ese algo o alguien". Ese consejo está mal. Mal como haberme escapado de mis obligaciones para ir a parar a esa playa, para solo caminar mirando las olas. Ese día me inspiré para hacer un post que está guardado en mi memoria y aquí. No debo decir demasiado. Logré finalmente quitarme toda la tierra/arena/excremento del zapato. Justo en el momento en que tenía que bajar. En mi reproductor suena "have a nice day" de Stereophonics. Las canciones en versión aleatoria son siempre mejores. Las inesperadas para el momento exacto. Volví a la realidad y mi máquina del tiempo desapareció en cuestión de segundos. Con una buena limpiada y algunos minutos. Es sorprendete que objetos materiales del momento te lleven a lugares que no recordabas. Ahora entiendo porque me puse estos zapatos. Quizás era para comprender que está todo mejor ahora. Mucho mejor.