lunes, 21 de mayo de 2012

Arcoiris y mañanas


Alguna vez pensé que en casi-junio del 2012 estaría escribiendo acerca de alguien, pero después de tantos momentos buenos o malos que la vida me ha regalado, me di cuenta de que nunca hay que pensar cuando estás feliz. Lo siento por la gente extasiada de ánimos alegres, pero mis ojos cansados y ojerosos después de tropezar en este camino maltrecho, se dieron cuenta de que es mejor pensar cuando no sientes nada, cuando estás hueco. Sé que esas afirmaciones pueden sonar súper Paulo Coelho, pero es algo que me tocó descubrir por mí misma. A veces hay treinta personas que se desviven por hacerte entender cosas muy simples, tan sencillas como decir de qué color es el caballo blanco de Napoleón, pero nosotros nunca las vemos…nosotros o solo yo.  Quizás es porque nos gusta tener la autoría de todo o porque simplemente somos tan ciegos que no queremos ver, no queremos aceptar que la realidad a la que nos aferramos está cayendo como la cáscara de un pollito que está a punto de nacer, tan lenta y sutilmente y, algunas veces, tan rápido que no tenemos tiempo de decir: ¿Es enserio? Como cuando estás viendo la televisión y le dices a alguien: ¡MIRA ESO! Y cuando voltea la imagen no está más en la pantalla... ¿no es eso frustrante? 

Hay tantas respuestas sobre la palabra frustración que intento descubrir mientras mis ojos arden ante la hoguera de un quizás, que se auto dibuja en la pared del escritorio donde alguna vez fruncía el seño de felicidad por alguien que nunca leerá este post. Quizás frustración es abrir el viejo diario en donde están aquellos recuerdos de lo que querías que pase y darte cuenta de que nada de eso pasará nunca o quizás, no ahora, es mirar al cielo y pensar: ¿Qué es lo que viene ahora? Es gritar con los audífonos puestos mientras las lágrimas caen sin poderlas detener, es haber hecho algo que sabes que es mejor para ti, aunque no es lo que querías. Es, en mi caso, ponerle cabezas de animales a mis fotos, porque siento que no quiero mostrar mi rostro y no soy más la persona que fui. 

Pues bien, esta es la forma en la que afronto el proceso. Les recomiendo: Una buena dosis de conversaciones estúpidas + salidas al cine con amigos que no te recordaran lo miserable que es ser tu + escuchar un poco de rock con letra emo pero con melodía tan increíble que te haga olvidarte de lo emo de la letra + tratar de filosofar mientras ves la ventana del micro (es mejor para mí si observo a la gente e invento una vida para cada uno, realmente ayuda) + leer un libro inteligente (Si no es ninguno de esos cursis que salen últimamente mejor) + Hacer eternos los momentos. Yo, escribiendo esto y viviendo estas últimas semanas me he dado cuenta de que no es bueno estancarse en una cosa, no me voy a quedar revoloteando como avispa frente a un panal que no me conviene. 

Termino con una canción, que hoy por hoy, es mi himno personal. A ver si alguien puede hacerlo su himno también. 

Caro con hache is back.