miércoles, 2 de marzo de 2011

Cambios

En un mundo donde las cosas cambian me encantaría quedarme eterna, ahí paralizada. Me encantaría ser por momentos una estatua de hielo. Me encantaría poder congelar momentos. Pero en el mundo, en este tonto mundo al que pertenecemos, donde no todo sale siempre como lo hemos planeado, el tiempo pasa. Y lo que nadie quiere escuchar: Las personas cambian. Yo ahora estoy desorientada, en realidad, para ser exacta y sincera, nosé que dirección tomar y digo lo de congelada porque me encantaría parar el tiempo así como cuando veía "bernardo y su reloj" y todo se detenía. En estos momentos no se si lo que haya venido a mí sea la inspiración pero si los deseos de desahogo. A veces las cosas se estiran, las cosas se vuelven estrías (por feo que suene) y esas marcas desagradables son las que vemos, las que nos recuerdan que algo está mal. No podemos vivir eternamente pretendiendo que no existen, porque en algún momento no las vamos a soportar o alguna otra persona se va a dar cuenta. Si existiera un remedio para las hipotéticas estrías no estaría escribiendo estúpideces e inventando metaforas, solo intentaría buscar soluciones. Pero las estrías existen y las personas explotan. Acabo de recibir una bomba. Estoy entre hiroshima y nagasaki. No sé si encontraran una foto mía volando por los aires, pero así me siento. Veo el fuego arriba de mi cabeza y tengo que contener la respiración. Los peores momentos para recibir una bomba son los momentos en los que no tienes a nadie al costado (aunque se muy bien que aunque hayan mil personas igual amaría estar sola). Nunca nada es perfecto ni eterno aunque huvieramos querido imaginar que sí en el pasado. Ahora sigo aquí sentada con mis lentes de descanso, me muero por comer porquerías mientras uso una pijama rosa de cuadritos con la figura de winnie pooh (que demuestra la maldad que llevo dentro). Supongo que lo más normal que un ser hace en estos momentos es pensar (pero yo dormiré). Caeré mismo rapunzel. A no, lo siento (me equivoqué de película) mismo, la bella duermiente (quitándole lo sobreexesivamente bella) quizás solo como carolina en posición fetal (durmiendo) con el volumen del televisor muy en alto, rezando porque el nextel nunca suene y por no tener que responder nada elaborado porque no lo tiene. Así es mi vida, así la de alguna persona igual a mí en cualquier universo paralelo.

No hay comentarios: