sábado, 20 de noviembre de 2010

En los tiempos de la música estafadora

Caminé hasta el salón de lengua. Ví a alguien esperandome y cometí el tonto error de hacerle pensar que lo dejaba de lado. No estaba nerviosa, no, definitivamente no lo estaba. El profesor que se parece a ed cabeza grande de la vida moderna de rocko (esa programa que veíamos todos los de esta generación en nickelodeon) nos dijo que hoy no haríamos nada. Todos lo miraban atentamente y estoy muy segura de que valbuseban "¿entonces para que vine?". Tomó lista y todos salieron corriendo cuál animales de un establo cuandos se rompe la vaya que los protege. Yo, fuí al chifa lentamente, aunque sabía que la realidad era que no podía comer nada de lo que había ahí. Terminamos y llegamos justo para cuando iba a comenzar el concurso. Recordaba entre pedazos de mi memoria a amigos del colegio diciendome "carajo, caro te sabes todas las canciones, si hubiera un concurso de canta y gana ganarías todo". Bueno si, definitivamente hubo uno pero no salío todo como esperaba. En la vida solo hay dos opciones o ganas o pierdes. Y además de las opciones siempre hay una persona dándote ánimo al final que te dice "lo importante no es ganar, lo importante es competir o divertirse". Bueno, en realidad ese aliento de buena persona que siempre te da alguien que está ahí estuvo presente ayer. Pero, no me divertí. No lo hice porque fue algo muy estesante. Creo que lo más feliz que sentí fue cuando pude ver que mis amigos estaban ahí cerca gritando por mí y dándome apoyo. En la vida no es fácil encontra personas que siempre estén ahí contigo. Pero no pude, no pude hacer todo lo que estaba en mis manos o por lo menos lo hice pero no logró muchos resultados. Por momentos sentía que un bloque de hielo me encerraba y no me dejaba ver nada. Lo única que me mantuvo riendo por segundos era poder verlos ahí. Y cantaba y cantaba las canciones que otras salían a cantar. La vida no es algo fácil, es más difícil que los concursos en los que todo está arreglado. A veces gritas, te escuchan pero no responden a ese llamado. Así me sentí un segundo mientras gritaba, gritaba hasta que mis pulmones estallaban y nadie podía escucharme. Desde niña siempre me gustó cantar y aprenderme todas las canciones que podía. En el segundo en el que gritaron que lucía ganó consideré cambiarme a claro. Luego recordé en mi molestia que mejor era nextel. Caminé y como si fuera poco en ese penoso viernes, alguien había robado mi botella de agua del bolso. Caminé más con todos ellos y pensé... "no creo que sea tan malo este viernes después de todo". Se los digo yo y espero que siempre lo escuchen. Pueden llorar, intentar suicidarse (el caso más extremista), reír y lo que sea que puedan hacer, también ser estafados en un concurso de música (lo que casi nunca pasa) pero de alguna u otra forma siempre es bueno tener a cinco chicos y chicas gritando tu nombre a coro, sea cuál sea la situación. Siempre es bueno sentir que uno no está solo. Me un poco de ganas dedicarles una canción. Por lo menos ayer, no quería ponerme a cantar ninguna. Pero luego de todos los ratos amargos que me obsequia la vida, vienen las cosas felices y sé que esas rebalsaran el balde que por ahora vacío, me espera para entrar a un nuevo comienzo. Que la música y las ganan me acompañen ahora que puedo encontrar cada canción para el momento exacto. Lo importante en este libro que llamamos vida, es ser fuerte y tener las ganas de volver a comenzar, borrar todo lo anterior. Esto es algo feliz, por fin..

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